Fase de exterminio
Sojeros brasileños y paraguayos arrojan agrotóxicos sobre comunidades guaraníes que reivindican propiedad de la tierra
La disputa por el territorio en Paraguay se convierte en una guerra en la que las armas químicas forman parte del arsenal de los poderosos.
La presidenta del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), Lida Acuña denunció públicamente en Asunción que varios sojeros brasileños y paraguayos, al ver frustrada su intención de desalojar a los pobladores ava guaraní de una propiedad con superposición de título, los fumigaron con veneno desde una avioneta.Los incidentes comenzaron cuando los propietarios se presentaron en el terreno ocupado por parte de una comunidad indígena que les impidió ingresar. Los hechos trascurrieron en Itakyry, departamento de Alto Paraná.De acuerdo con el Instituto, como consecuencia de la agresión, el líder Luciano Villalba de la comunidad de Ysaty y la adolescente Manuela Candia, de 12 años, se encuentran en grave estado, y otros miembros de la comunidad presentan malestares crecientes. En total son unos 200 los afectados por la aplicación de agrotóxicos como medida de “dispersión”.En realidad, los indígenas han venido sufriendo atropellos mucho antes de constatarse esta agresión alevosa: meses atrás una escuela fue demolida para abrir paso a la soja transgénica y lo mismo ocurrió con un cementerio comunitario, removido por los tractores.Los agrotóxicos derramados sobre la población también afectaron a los cultivos en que estas 700 familias distribuidas en cinco municipios encuentran su principal sustento alimenticio.El dirigente campesino paraguayo Belarmino Balbuena dijo en declaraciones a la agencia noticiosa Prensa Latina que “los sectores oligárquicos y grupos responsables de agresiones contra los pueblos autóctonos tienen todo el apoyo de los jueces más corruptos del Paraguay”.“Lamentamos mucho que en Paraguay siga ocurriendo este tipo de atropello contra las comunidades más humildes, como las indígenas que no tienen posibilidades de defenderse”, destacó Balbuena. Dijo que solamente cuando sus derechos son violados de forma notoria se convierten en noticia, “pero su clamor de justicia nunca sale en la prensa”.Operativo de muerteLos sojeros presentaron una demanda solicitando el desalojo de las comunidades, pero la fiscalía interviniente fue recusada por parte de los ava guaraní, y, en consecuencia, el operativo de desalojo suspendido.Fue entonces que decidieron desalojar por la fuerza a las comunidades y el 6 de octubre desembarcaron en gran número con docenas de vehículos entre camionetas y camiones con acoplado, pretendiendo trasladar a los indígenas y sus enseres. Los ava guaraní enfrentaron a los agresores ejerciendo el justo derecho de defensa de sus tierras. Inmediatamente la comitiva se replegó, pero regresó minutos más tarde sobrevolando las viviendas y envenenando masivamente a quienes resistían.La agresión motivó acciones de parte del gobierno de Fernando Lugo. La Ministra de Salud Pública del Paraguay, Esperanza Martínez, se trasladó a la zona y constató el terrible efecto de la maniobra sobre la población al tiempo que aseguró que se trasladarán los antecedentes a la Fiscalía General del Paraguay para que instruya una investigación.“Estas personas fueron bañadas con un líquido que fue arrojado desde un avión”, declaró la ministra Esperanza Martínez en declaraciones a una emisora de Asunción, según recoge en su edición del día el periódico ABC Color.“El tema es muy claro para mí. En epidemiología esto significa intoxicación aguda por un agente externo que no sabemos cual es”, sostuvo Martínez.Los sojeros en tanto dieron su versión, que es casi una burla: aseguran que se trató de un vuelo de “paseo” y no para fumigaciones.La Ministra de Salud, por otro lado, dijo que el caso que afecta a los indígenas de Itakyry demuestra el estado de indefensión en el que se encuentran muchas poblaciones del país. Explicó que esto no solo afecta a nativos, sino también a campesinos de muchas zonas e incluso a pobladores de asentamientos urbanos que, por ejemplo, no tienen acceso a los servicios de salud.
La disputa por el territorio en Paraguay se convierte en una guerra en la que las armas químicas forman parte del arsenal de los poderosos.
La presidenta del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), Lida Acuña denunció públicamente en Asunción que varios sojeros brasileños y paraguayos, al ver frustrada su intención de desalojar a los pobladores ava guaraní de una propiedad con superposición de título, los fumigaron con veneno desde una avioneta.Los incidentes comenzaron cuando los propietarios se presentaron en el terreno ocupado por parte de una comunidad indígena que les impidió ingresar. Los hechos trascurrieron en Itakyry, departamento de Alto Paraná.De acuerdo con el Instituto, como consecuencia de la agresión, el líder Luciano Villalba de la comunidad de Ysaty y la adolescente Manuela Candia, de 12 años, se encuentran en grave estado, y otros miembros de la comunidad presentan malestares crecientes. En total son unos 200 los afectados por la aplicación de agrotóxicos como medida de “dispersión”.En realidad, los indígenas han venido sufriendo atropellos mucho antes de constatarse esta agresión alevosa: meses atrás una escuela fue demolida para abrir paso a la soja transgénica y lo mismo ocurrió con un cementerio comunitario, removido por los tractores.Los agrotóxicos derramados sobre la población también afectaron a los cultivos en que estas 700 familias distribuidas en cinco municipios encuentran su principal sustento alimenticio.El dirigente campesino paraguayo Belarmino Balbuena dijo en declaraciones a la agencia noticiosa Prensa Latina que “los sectores oligárquicos y grupos responsables de agresiones contra los pueblos autóctonos tienen todo el apoyo de los jueces más corruptos del Paraguay”.“Lamentamos mucho que en Paraguay siga ocurriendo este tipo de atropello contra las comunidades más humildes, como las indígenas que no tienen posibilidades de defenderse”, destacó Balbuena. Dijo que solamente cuando sus derechos son violados de forma notoria se convierten en noticia, “pero su clamor de justicia nunca sale en la prensa”.Operativo de muerteLos sojeros presentaron una demanda solicitando el desalojo de las comunidades, pero la fiscalía interviniente fue recusada por parte de los ava guaraní, y, en consecuencia, el operativo de desalojo suspendido.Fue entonces que decidieron desalojar por la fuerza a las comunidades y el 6 de octubre desembarcaron en gran número con docenas de vehículos entre camionetas y camiones con acoplado, pretendiendo trasladar a los indígenas y sus enseres. Los ava guaraní enfrentaron a los agresores ejerciendo el justo derecho de defensa de sus tierras. Inmediatamente la comitiva se replegó, pero regresó minutos más tarde sobrevolando las viviendas y envenenando masivamente a quienes resistían.La agresión motivó acciones de parte del gobierno de Fernando Lugo. La Ministra de Salud Pública del Paraguay, Esperanza Martínez, se trasladó a la zona y constató el terrible efecto de la maniobra sobre la población al tiempo que aseguró que se trasladarán los antecedentes a la Fiscalía General del Paraguay para que instruya una investigación.“Estas personas fueron bañadas con un líquido que fue arrojado desde un avión”, declaró la ministra Esperanza Martínez en declaraciones a una emisora de Asunción, según recoge en su edición del día el periódico ABC Color.“El tema es muy claro para mí. En epidemiología esto significa intoxicación aguda por un agente externo que no sabemos cual es”, sostuvo Martínez.Los sojeros en tanto dieron su versión, que es casi una burla: aseguran que se trató de un vuelo de “paseo” y no para fumigaciones.La Ministra de Salud, por otro lado, dijo que el caso que afecta a los indígenas de Itakyry demuestra el estado de indefensión en el que se encuentran muchas poblaciones del país. Explicó que esto no solo afecta a nativos, sino también a campesinos de muchas zonas e incluso a pobladores de asentamientos urbanos que, por ejemplo, no tienen acceso a los servicios de salud.
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