Dictadura hondureña recrudece represión y Micheletti justifica golpe de Estado
Fuente: Resumen Latinoamericano
La dictadura hondureña recrudece la represión contra el pueblo y el empresario Micheletti reconoce el golpe de Estado contra Zelaya debido a su política de integración regional
Resumen Latinoamericano/Agencias – Luego de la represión desatada este miércoles por el régimen de facto en Honduras contra el Instituto Nacional Agrario (INA), organizaciones campesinas de ese país condenaron la persecución contra sus miembros y ratificaron su demanda de restitución de la legalidad democrática y el presidente constitucional, Manuel Zelaya.
Durante esta jornada, el dictador Roberto Micheletti reconoció por su parte que para derrocar al mandatario legítimo se aplicó un golpe militar debido a que su gobierno se había llenado de “comunistas”.
Mientras tanto, el Frente contra el Golpe de Estado fue reprimido por la policía con gases lacrimógenos en momentos en que marchaba contra el régimen de facto.
Las agrupaciones campesinas hondureñas emitieron un comunicado donde repudiaron el desalojo por parte de uniformados del INA, ocupado por los hombres del campo desde el golpe militar del pasado 28 de junio.
En el texto, leído por el dirigente Ramón Navarro en una improvisada conferencia de prensa en plena calle, frente a la clausurada emisora Radio Globo, exigieron la libertad de los 58 detenidos, entre ellos seis mujeres y dos menores.
“La represión al movimiento campesino es parte de la estrategia del régimen de facto para golpear y desarticular la resistencia popular”, denunciaron en el documento.
En el comunicado recordaron que el INA fue creado para ejecutar los fines de la reforma agraria y por ende constituye una institución del sector campesino, razón por la cual siempre fue protegido por sus organizaciones.
Desde las agrupaciones responsabilizaron al gobierno de facto por la vida de los detenidos y por más de 600 expedientes que se encuentran en el Instituto relacionados con casos agrarios, además de no reconocer a ningún funcionario del régimen golpista que se encuentre en ese ente.
Las fuerzas campesinas a su vez hicieron un llamado a reclamar la libertad de los detenidos y a sumarse a las acciones de la resistencia para la recuperación del estado de derecho en Honduras.
En tanto, la policía antimotines dispersó con gases lacrimógenos una marcha de la resistencia que se efectuaba en la capital del país, cuando los manifestantes se dirigían hacia la sede del canal 36 de televisión, Cholusat Sur, para expresar su solidaridad tras su clausura el pasado lunes.
El Frente Nacional además convocó a concentrarse este miércoles frente a la sede de la emisora Radio Globo, también intervenida por el régimen de Micheletti.
Los miembros de la resistencia hicieron una marcha de varias cuadras con destino a la televisora, pero a 200 metros de llegar al lugar fueron dispersados con gran cantidad de granadas de gases lacrimógenos.
En un decreto de suspensión de las garantías constitucionales por 45 días, el régimen de facto ordenó a la policía, con el apoyo de las fuerzas armadas, impedir las reuniones y manifestaciones públicas, practicar arrestos y clausurar medios de prensa opositores.
Micheletti reconoció intenciones del golpismo
Los sectores de derecha en Honduras insisten en negar el golpe de Estado, pero el presidente de facto, reconoció hoy que depusieron a Zelaya por su orientación hacia la izquierda latinoamerica.
En una entrevista con el diario argentino Clarin, el dictador aseguró que “sacamos a Zelaya porque se fue a la izquierda, puso a comunistas”.
Según Micheletti, el “único error” fue la forma de derrocar al mandatario constitucional, al detenerlo y luego sacarlo del país.
La Organización de Naciones Unidas reiteró durante está semana la condena al golpe militar y exigió nuevamente el restablecimiento de Zelaya en su puesto de primer mandatario.
Micheletti, quien también justificó el golpe castrense por supuesta “corrupción” del dignatario electo por el pueblo, lamentó que Zelaya “se hizo amigo de Daniel Ortega, Chávez, Correa, Evo Morales”.
El presidente de facto justificó que la elevada presencia de militares en los espacios públicos es porque “defienden la democracia, la Policía igual. Es para cuidar la reacción incendiaria de Zelaya. Ellas nos apoyaron pues íbamos al abismo”.
Una Misión Internacional de Observación sobre la situación de los derechos humanos en Honduras constató una realidad distinta y aseveró que “lo que está en juego es mucho más que una simple lucha política para restablecer un orden legal y permitir a un presidente legítimo regresar al poder”.
Los hechos, indicó el documento del organismo, evidencian “una conflictividad social no resuelta, de la que forman parte una elite económica que usurpó el poder en forma antidemocrática, aliada con el Ejército, y diversos sectores que reclaman un nuevo orden institucional y social que implicaría mayores espacios de participación ciudadana”.
La represión, indicaron los observadores internacionales, se manifiesta en particular contra los líderes campesinos, ambientalistas, indígenas, afrodescendientes, mujeres que se movilizan por sus derechos y contra los dirigentes sindicales.
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